ENFERMEDADES DE LOS PÁRPADOS

Especialistas en oftalmología

1. Blefaritis

La blefaritis es una inflamación crónica de los bordes de los párpados, causada por un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas (glándulas de Meibomio) situadas en la base de las pestañas. Esta condición es muy común y puede afectar a personas de todas las edades, aunque suele ser más frecuente en adultos. La blefaritis no es contagiosa, pero puede ser muy incómoda y persistente.

Síntomas de la blefaritis

  • Enrojecimiento y sensación de ardor en los bordes de los párpados.
  • Párpados hinchados o sensibles al tacto.
  • Formación de costras o escamas alrededor de las pestañas, especialmente al despertar.
  • Sensación de cuerpo extraño en los ojos o picazón.
  • Sequedad ocular o lagrimeo excesivo.

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Causas de la Blefartitis

La blefaritis puede estar relacionada con una serie de factores, entre ellos:

 

  • Disfunción de las glándulas de Meibomio, que provoca una secreción anormal de grasa.
  • Infecciones bacterianas, generalmente causadas por la proliferación de bacterias en la base de las pestañas.
  • Dermatitis seborreica, una condición de la piel que afecta las glándulas sebáceas y provoca inflamación.
  • Rosácea, una enfermedad cutánea que también puede afectar los párpados.

Tratamiento de la blefaritis

El tratamiento de la blefaritis es continuo y se centra en la higiene adecuada de los párpados:

 

  • Limpieza diaria de los párpados: Se recomienda usar compresas tibias sobre los párpados para ablandar las costras y después limpiar suavemente con un paño limpio o toallitas específicas para la blefaritis.
  • Masajes en los párpados: Masajear suavemente los párpados puede ayudar a vaciar las glándulas sebáceas obstruidas.
  • Gotas lubricantes o antibióticos tópicos: Si hay sequedad ocular asociada o infección bacteriana, el médico puede recomendar lágrimas artificiales o colirios antibióticos.

Antiinflamatorios tópicos: En algunos casos, el uso de colirios con corticoides en tratamientos breves puede ayudar a reducir la inflamación

2. Orzuelos

El orzuelo es otra enfermedad frecuente de los párpados que se caracteriza por una pequeña protuberancia o bulto rojo en el borde del párpado, causado por una infección bacteriana (generalmente por Staphylococcus aureus) en una de las glándulas sebáceas o folículos de las pestañas. Los orzuelos pueden ser externos (cuando la infección afecta a las glándulas de Zeiss o Moll) o internos (cuando afecta a las glándulas de Meibomio).

Síntomas de los orzuelos

  • Hinchazón localizada en el párpado, con una apariencia de grano o bulto.
  • Dolor o sensibilidad al tacto en la zona afectada.
  • Enrojecimiento e inflamación del párpado.
  • Lagrimeo excesivo.
  • A veces, secreción amarillenta o costras en el borde del párpado.

Causas de los orzuelos

Los orzuelos suelen ser causados por una infección bacteriana en los folículos pilosos de las pestañas o en las glándulas sebáceas. Factores como la falta de higiene en los ojos, el uso prolongado de maquillaje sin limpieza adecuada, o tocarse los ojos con las manos sucias pueden aumentar el riesgo de desarrollar un orzuelo.

Tratamiento de los orzuelos

  • Compresas calientes: Aplicar compresas tibias varias veces al día ayuda a reducir la inflamación y a que el orzuelo drene de forma natural.
  • Antibióticos tópicos: Si el orzuelo no mejora con las compresas, el médico puede recetar un colirio o una pomada antibiótica para combatir la infección.
  • No manipular el orzuelo: Es importante no intentar exprimir o pinchar el orzuelo, ya que esto puede empeorar la infección o causar complicaciones.
  • Drenaje médico: En casos severos o persistentes, puede ser necesario que el oftalmólogo realice un pequeño corte para drenar el contenido del orzuelo..

3. Malposiciones palpebrales

Las malposiciones palpebrales son alteraciones en la posición normal de los párpados que pueden afectar tanto la función visual como la protección del ojo. Estas condiciones no solo causan molestias estéticas, sino que también pueden provocar irritación ocular, sequedad o incluso daño en la córnea si no se tratan. Las malposiciones más comunes son:

 

  • Ectropión:
    En el ectropión, el párpado, generalmente el inferior, se gira hacia afuera, dejando la superficie interna expuesta. Esto impide el adecuado drenaje de las lágrimas, causando sequedad, irritación y lagrimeo constante. El ectropión es más frecuente en personas mayores debido a la pérdida de tono muscular, pero también puede ser causado por cicatrices o lesiones.
  • Entropión:
    En el entropión, el párpado se pliega hacia adentro, lo que provoca que las pestañas rocen la superficie del ojo. Esto genera irritación constante, enrojecimiento, lagrimeo y, en casos graves, daño a la córnea. Al igual que el ectropión, es más común en personas mayores debido a la laxitud de los tejidos palpebrales.
  • Ptosis:
    La ptosis es la caída anormal del párpado superior, lo que puede afectar la visión si el párpado cubre parte del campo visual. Puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o desarrollarse a lo largo de la vida debido a la debilidad del músculo elevador del párpado, traumatismos o enfermedades neurológicas.
  • Retracción palpebral:
    En este caso, el párpado superior o inferior se encuentra tirante o retraído hacia arriba o hacia abajo, dejando expuesta una mayor parte del ojo de lo habitual. La retracción palpebral puede estar asociada a enfermedades como el hipertiroidismo o a intervenciones quirúrgicas previas.

Tratamiento de las malposiciones palpebrales

El tratamiento de las malposiciones palpebrales es principalmente quirúrgico y se centra en corregir la posición del párpado afectado para restaurar su función protectora y mejorar la estética. La cirugía varía según el tipo de malposición, pero en todos los casos, el objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente al aliviar los síntomas y prevenir complicaciones como infecciones o daño corneal.