CIRUGÍA REFRACTIVA

especialistas en oftalmología

¿Qué es la cirugía refractiva?

La cirugía refractiva es un conjunto de procedimientos oftalmológicos destinados a corregir los errores refractivos del ojo, como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Estos errores ocurren cuando la luz que entra en el ojo no se enfoca correctamente en la retina, lo que genera visión borrosa. La cirugía refractiva tiene como objetivo modificar la forma de la córnea o implantar lentes intraoculares para mejorar la capacidad del ojo de enfocar la luz y reducir la dependencia de gafas o lentes de contacto.

 

La cirugía refractiva ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas, y hoy en día existen diversas técnicas seguras y efectivas que permiten a los pacientes disfrutar de una visión clara sin necesidad de corrección óptica.

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¿Qué condiciones se pueden corregir con cirugía refractiva?

1. Miopía

La miopía es un problema de enfoque visual que dificulta ver con claridad los objetos lejanos. Esto ocurre porque la imagen se forma delante de la retina, ya sea porque la córnea, el cristalino o ambos tienen un poder refractivo mayor de lo habitual, o porque el ojo es más largo de lo normal. La miopía puede presentarse de manera aislada o en combinación con el astigmatismo.

2. Hipermetropía

La hipermetropía es otro trastorno refractivo que afecta la visión cercana. En este caso, la imagen se forma detrás de la retina, debido a que la córnea o el cristalino son menos potentes de lo habitual, o porque el ojo es más corto de lo normal. Al igual que la miopía, la hipermetropía puede coexistir con el astigmatismo.

3. Astigmatismo

El astigmatismo es un defecto visual que afecta tanto la visión de lejos como de cerca. Se produce porque la córnea tiene una forma irregular, más ovalada que redonda, lo que distorsiona el enfoque de la luz en la retina. Como resultado, los objetos se ven borrosos a cualquier distancia. Para entenderlo mejor, se puede comparar un ojo normal con un balón de baloncesto (redondo y simétrico) y un ojo con astigmatismo con un balón de rugby (más curvado en un eje que en el otro). El astigmatismo suele aparecer junto con miopía o hipermetropía.

Tipos de cirugía refractiva

1. LASIK (Laser-Assisted In Situ Keratomileusis):

El LASIK es uno de los procedimientos más populares y efectivos para corregir la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Consiste en la creación de un fino colgajo en la córnea utilizando un láser femtosegundo o un microqueratomo, tras lo cual se remodela el tejido corneal subyacente con un láser excímer. Finalmente, el colgajo se vuelve a colocar en su lugar, lo que permite una rápida recuperación.

 

Indicaciones

    1. Miopía (dificultad para ver de lejos).
    2. Hipermetropía (dificultad para ver de cerca).
    3. Astigmatismo (visión distorsionada debido a una curvatura irregular de la córnea).

Ventajas:

    • Rápida recuperación visual (muchos pacientes recuperan la visión en 24-48 horas).
    • Procedimiento ambulatorio y mínimamente invasivo.
    • Poca o ninguna molestia después de la cirugía.

Recuperación:

    • La mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa de la visión al día siguiente. Se recomienda evitar frotarse los ojos y utilizar las gotas prescritas para facilitar la cicatrización y prevenir infecciones.

2. PRK (Queratectomía Fotorrefractiva):

En la PRK, el cirujano remueve la capa superficial de la córnea (epitelio) y luego utiliza un láser excímer para remodelar el tejido corneal subyacente. A diferencia del LASIK, no se crea un colgajo corneal, lo que puede ser beneficioso para personas con córneas delgadas o condiciones oculares que desaconsejan el LASIK.

 

Indicaciones:

    • Pacientes con córneas delgadas o irregulares.
    • Personas que practican deportes de contacto o tienen mayor riesgo de traumatismos oculares.

Ventajas:

    • Es una opción más segura para pacientes con córneas delgadas.
    • Resultados a largo plazo similares a los del LASIK.

Recuperación: La recuperación visual es más lenta que con LASIK, y puede tomar varios días o semanas hasta que la visión sea completamente clara. Durante los primeros días, los pacientes pueden experimentar molestias y sensibilidad a la luz mientras el epitelio se regenera.

3. Lentes fáquicas (ICL - Lentes de Colocación Intraocular):

Las lentes fáquicas ICL son una opción para pacientes con alta miopía o córneas demasiado delgadas para LASIK o PRK. Consiste en implantar un lente intraocular entre el iris y el cristalino natural, sin necesidad de extraer este último. Las lentes fáquicas ofrecen una corrección permanente y son reversibles si el paciente necesita que se retiren en el futuro.

 

Indicaciones:

    • Miopía severa o alta.
    • Pacientes que no son candidatos para LASIK o PRK debido a córneas delgadas o irregulares.

Ventajas:

    • Corrige de forma permanente errores refractivos altos.
    • No altera la forma de la córnea.

Recuperación: La recuperación es rápida, y muchos pacientes pueden reanudar sus actividades normales en pocos días. A diferencia de las cirugías corneales, este procedimiento no requiere remodelación de la córnea.

¿Quiénes son candidatos para la cirugía refractiva?

La cirugía refractiva no es adecuada para todos. Los mejores candidatos para estos procedimientos son personas:

 

  • Mayores de 18 años, ya que el ojo debe haber dejado de crecer y la graduación debe ser estable durante al menos un año.
  • Que tengan una salud ocular general buena, sin enfermedades como el glaucoma, cataratas o infecciones oculares.
  • Con una córnea suficientemente gruesa (en el caso de LASIK y PRK).
  • Que no estén embarazadas o en período de lactancia.
  • Que no tengan condiciones médicas que interfieran con la cicatrización, como enfermedades autoinmunes.

Un examen oftalmológico completo es esencial para determinar si un paciente es un buen candidato para la cirugía refractiva y para decidir qué tipo de procedimiento es el más adecuado.

Beneficios de la cirugía refractiva

La cirugía refractiva ofrece una serie de beneficios, entre los que se incluyen:

 

  • Reducción o eliminación de la necesidad de gafas o lentes de contacto.
  • Mejora en la calidad de vida, al permitir a los pacientes disfrutar de actividades como deportes o natación sin la necesidad de corrección óptica.
  • Resultados rápidos: Muchos pacientes experimentan mejoras significativas en su visión en pocos días o semanas.

Seguridad y precisión: Los avances en la tecnología láser han hecho que los procedimientos sean extremadamente precisos y con mínimos riesgos.

Riesgos y complicaciones de la cirugía refractiva

Como cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía refractiva conlleva algunos riesgos y complicaciones, aunque son raros:

 

  • Sequedad ocular: Es una complicación común, especialmente después de LASIK, pero suele mejorar con el uso de lágrimas artificiales.
  • Visión nocturna alterada: Algunos pacientes experimentan halos o destellos alrededor de las luces durante la noche.
  • Sobre o subcorrección: En algunos casos, es posible que la corrección no sea perfecta, y el paciente necesite una segunda intervención o gafas/lentes de contacto.
  • Infección o inflamación: Aunque es rara, puede ocurrir si no se siguen las indicaciones postoperatorias adecuadamente.